Feather ASD-D2 Stainless Steel Razor. Gift box with stand.

La maquinilla es preciosa, tiene un peso adecuado, es cómoda, nada pesada para ser de acero, y su stand, macizo, encaja como un guante. La presentación es muy buena también, en caja sellada, y viene con cinco cuchillas Feather. Éstas son las cuchillas recomendadas para el uso con esta maquinilla por lo poco agresiva que es, de manera que una cuchilla muy afilada, las Feather tienen la reputación de ser las que más, ayuda a compensar esa moderación. El afeitado es muy eficiente y, por suave, hace imposible cortarse. El mango ofrece muy buen agarre incluso en mojado y la serigrafía del logo en el cabezal no estorba. De hecho, es difícil de ver en según qué luz.
Por la forma del cabezal, la hoja ajusta siempre perfecta y no sobresale por los lados.
Al ser de acero habría quedado muy bonita pulida como un espejo, pero el acabado mate que tiene es por un recubrimiento anti-corrosión, así que eso es un punto positivo.

Si no se lleva mejor puntuación no es por ese afeitado suave, que a algunos echará para atrás, sino por la decepción de que mi unidad no esté *perfecta*. A esta maquinilla le precede su fama. Fama de acabados libres de defectos e impecables que reflejan la atención al detalle propia de los japoneses. En mi caso, la base tiene una imperfección en la barra del peine (muy pequeña, para ser justos) y se ve alguna rebaba en los agujeros por los que desaloja la espuma. Entonces, teniendo en cuenta el precio y los acabados generales, es una pena que no esté inmaculada. Más aún cuando todo el mundo parece estar de acuerdo en que así es como suele ser. Me habrá tocado la que se coló durante el proceso de QA. Con todo, esto es un detalle menor que importará a todo el mundo.